Recientemente, el Ministerio del Medio Ambiente incluyó por primera vez clasificaciones formales de estados de conservación para líquenes en los procesos de Clasificación de Especies. Entre ellas, destaca Santessonia cervicornis (Follmann) Follmann, la que hemos apodado recientemente como los “Cuernos del Desierto”.
Esta especie ha sido clasificada en Peligro Crítico dada su extraordinariamente reducida distribución. Tiene en la actualidad solo una población conocida, la que se encuentra al interior del área a la Estación Experimental Atacama UC Oasis de Niebla de Alto Patache.
Esta especie, descrita originalmente de materiales colectados en Morro Moreno, al norte de Antofagasta, poseía una potencial distribución que incluía buena parte del farellón costero del norte de Chile, pero que ha visto su distribución marcadamente reducida. Más aún, la distribución actual de la especie es una única población en una superficie de no más de 1 km2. Interesantemente, este pequeño parche dentro de la Estación posee la mayor densidad conocida en el mundo de especies vagrantes (especies que no están sujetas a un sustrato y se han adaptado para ser arrastradas por el viento), donde a la fecha se reconocen 5 especies, varias de ellas de grupos taxonómicos potencialmente no descritos en la actualidad. La diversidad de estos ambientes, junto con aspectos de forma y función en líquenes, es objeto de un estudio apoyado por la National Geographic Committee on Research and Exploration a los investigadores Peter Nelson (University of Maine-Fort Kent), Daniel Stanton (University of Minnesota) y Reinaldo Vargas (Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación), quienes propusieron la especie al Ministerio del Medio Ambiente.
Santessonia cervicornis se caracteriza por presentar un talo ramificado tridimensionalmente, y ha adaptado su morfología para no estar adherida a un sustrato y moverse libremente arrastrada por el viento. Esta morfología podría estar asociada a su capacidad de sobrevivir en las condiciones extremas en las que se encuentra, aprovechando su forma para, al igual que un atrapanieblas, capturas microgotas de agua de la camanchaca para satisfacer sus necesidades.
Fotografía: Daniel Stanton
La clasificación de esta especie abre nuevas oportunidades para la conservación de grupos de organismos tan desconocidos como los líquenes, permitiendo la potencial incorporación en el futuro de nuevas especies de estos organismos al límite de la vida.
Fotografías: Reinaldo Vargas
Texto: Reinaldo Vargas
