A través de breves entrevistas mensuales, estamos presentando a los investigadores miembros del Centro UC del Desierto de Atacama. El segundo entrevistado es Camilo del Río, quien participa en la Línea de Investigación del Agua.

El profesor del Río es Magíster en Geografía y Geomática. Se desempeña como docente en el Instituto de Geografía desde el 2009, donde imparte los cursos de Percepción remota y Terrenos de promoción. Actualmente se encuentra realizando un doctorado de la Heidelberg University, Alemania, con el proyecto de tesis: “Modelling coastal stratocumulus cloud; past, present and future of potential fog water resource under climate change in the Tarapacá region”.

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  • ¿Cuál es tu línea de investigación y en qué estás trabajando en este momento?

Trabajo en el monitoreo, caracterización y descripción de fenómenos espacio-temporales a través de sensores remotos satelitales. Desde hace unos 2-3 años me he focalizado en el modelamiento de la nube estratocúmulo en la costa del Desierto de Atacama, específicamente en la región de Tarapacá. Esta nube es la gran responsable de la presencia de la camanchaca, la cual si bien tiene ciclos estacionales y diarios bastante marcados, presenta una variabilidad interanual no del todo entendida. Es por eso que con parte del equipo del CDA hemos estado trabajando por un lado en el modelamiento de la nube desde la década de los 90 al presente, y por otro investigando relaciones de la variabilidad de la nube con distintos indicadores oceánicos, atmosféricos y geográficos. Últimamente hemos instalado una interesante red instrumental en áreas cercanas a la Estación Alto Patache que nos permiten monitorear distintos aspectos de la niebla a escala local.

  • ¿Cómo aporta tu investigación al conocimiento y/o aprovechamiento del desierto?

La investigación está íntimamente relacionada con el aprovechamiento de la niebla como recurso hídrico en un territorio de hiper-aridez. Entender la variabilidad espacio-temporal de la niebla y su relación con el fenómeno de El Niño, con la temperatura superficial del mar, entre otros, y más aún bajo condiciones de cambio climático, nos permitirá determinar con mayor certeza la sustentabilidad en el tiempo de esta importante fuente alternativa de agua y sus consiguientes potenciales usos, ya sea consumo humano o para distintas actividades productivas de baja escala.